lunes, 2 de diciembre de 2013

Dia 3: Museo Textil























Para nuestro tercer y último día en la gran ciudad de Oaxaca, el plan era pasar al museo textil que se encontraba en el centro pero antes de esto nos teníamos que levantar de la desvelada que todo el grupo tubo por andar celebrando la última noche en esa maravillosa ciudad, arreglamos nuestras cosas y nos dirigimos al camión alrededor de las 9 para partir rumbo al museo, estando ahí nos dividieron en 2 grupos de 25 estudiantes, nuestro recorrido empezó por ver la forma del textil que se encuentra en Oaxaca, posteriormente por problemas de organización tuvimos que ver la exposición de atrás para adelante esto es los trajes y joyas que se utilizan para cada región de Oaxaca, luego vimos los trajes que ocupan, para finalizar el recorrido las diferentes joyas que se pueden poner y lo que representaba esas joyas al utilizarlo.

 Ya terminado el recorrido por el museo textil tuvimos tiempo libre, el cual lo utilizamos para comprar comida para el viaje de regreso, además de comprar cosas que nos habían pedido nuestros parientes como recuerdo, ya compradas las cosas pasamos a la plaza central a descansar y platicar sobre lo ocurrido en este gran viaje, al pasar el tiempo encontramos a los demás compañeros del grupo y se tomaron fotos en la plaza, al dar las 2.30 nos fuimos al punto de reunión para poder irnos de regreso a nuestros hogares


Dia 2: Barro Negro y Monte Alban




































Dia 2:

Despues de un cansado segundo día, dedicamos el siguiente día a visitar la Alfareria Doña Rosa y conocer el proceso de elaboración del barro negro artesanal, el sitio arqueológico de Monte Alban y algunas de las numerosas iglesias que se encuentran en el centro de Oaxaca.

Nuestra primera parada fue la Alfarería de Doña Rosa, en el que Doña Rosa Real del Nieto realizaba sus trabajos con barro negro cuando accidentalmente encontró un método de hacer brillar al barro negro. Esta técnica que descubrió por accidente le dio reconocimiento mundial que se puede apreciar dentro del taller en forma de recortes de periódicos y revistas de diferentes países del mundo ademas de fotografías con personalidades del mundo político y del entretenimiento.

Dentro del taller, uno de los parientes de Doña Rosa nos dio una demostración de como se realiza este tipo de artesanía y como se le da su brillo característico. Utilizan un torno sin rueda para darle forma al barro negro y después de un proceso que dura aproximadamente 30 días obtienen un nuevo producto.

Al terminar la plática, tuvimos un tiempo para apreciar las piezas que tienen de venta para el público. La mayoría de las piezas son decorativas, incluyendo los jarrones. Se nos explico que este tipo de barro no se puede utilizar para almacenar agua.

La siguiente parada en el viaje era la zona arqueológica de Monte Alban, donde pudimos visitar los muchos monumentos construidos en la antigua ciudad.

La ciudad esta situada sobre una colina donde se puede alrededor de ella, posiblemente para estar al tanto de los habitantes en el valle. Al entrar, se encuentra un monumento dedicado a Alfonso Caso, un arqueólogo que durante los principios del Silgo XX se dedico a investigar la zona y recuperarla para futuras generaciones.

Algunos de los edificios dentro de Monte Alban son la cancha de juego de pelota, la plaza de los danzantes y los observatorios astrologicos que se encuentran en la gran plaza central. Estos observatorios son de gran importancia ya que demuestran el gran conocimiento que aquellas culturas prehispánicas tenían acerca de los astros. Ademas, la plaza de los danzantes es un testimonio del avance medico que pudieron tener, ya que aquellas piedras que creían eran danzantes, resultaron ser un historial medico.

Para finalizar el día, nos dieron un tour de algunas de las 29 iglesias que se encuentran tan solo en el centro.

Una que me impresiono mucho fue la Basílica de la Virgen de la Soledad.

Terminamos el tour y volvimos al hotel para descansar para nuestro ultimo día.

Dia 1: Produccion Textil, Mezcalera y Mitla































































Día 1: el comienzo de una inolvidable experiencia

A nuestra llegada a la bella ciudad de Oaxaca aprovechamos inmediatamente para poder apreciar uno de los tesoros naturales más longevos de este lugar, que es el árbol del tule, que como es de esperarse, cuenta con una serie de historias muy interesantes que según los lugareños son plasmadas en cada una de sus ramas, con una bella vista de este árbol nos despedimos de este pequeño pero imperdible lugar.
Después de asombrarnos con el maravilloso follaje de el árbol del tule nos dirigimos a apreciar una de las más asombrosas expresiones de arte tradicional oaxaqueña, que es la creación de telas a la vieja escuela, con lana de la más alta calidad y utilizando colorantes naturales que combinados con un gran talento de los encargados de este trabajo nos dejan pasmados al observar los resultados excepcionales que sacan a relucir la depurada técnica de estos artistas textiles.
Ya con los ojos llenos de extraordinarias demostraciones de belleza tanto natural como artesanal, teníamos que equilibrar un poco todos nuestros sentidos y es así como llegamos a dos fábricas mezcaleras, que no pueden quedar fuera de un viaje a Oaxaca, en estas nos explicaron el proceso que tiene que llevarse a cabo en la producción de este dulce néctar, y afortunadamente pudimos degustar de una gran variedad de sabores del mezcal que provocaban orgasmos al gusto por su buen sabor. A lo que le tenemos que agregar el buen ambiente que pusieron los buenos amigos del “espadín”, que hicieron gritar, reír, y disfrutar a cada momento la estancia en sus instalaciones.
Acompañados de cansancio y mareo tanto por el viaje como por la cantidad de mezcal ingerido, nos dirigimos a una de las zonas más representativas de Oaxaca, la ciudad de Mitla, que a primera vista parecería un recinto religioso al estilo barroco, pero esta solo era la superficie de una grandiosa ciudad maya, que quedó sepultada debajo de iglesias después de la conquista. Asomándonos más detenidamente a observar las estas ruinas nos dimos cuenta del nivel de ingenio y arte que tenían estas asombrosas personas. Además de la belleza de las construcciones la vista que se podía apreciar desde estos templos nos dejaba estupefactos.

Al atardecer, nos dirigimos a descansar y así estar listos para un nuevo día que seguramente nos sorprendería una vez más.